Esta receta la probé por primera vez en un viaje a Sevilla, en la Taberna Coloniales -que seguro que muchos conocéis-, y desde que lo hice ya nada ha vuelto a ser lo mismo en mi vida. Puedo decir que se ha convertido en una de mis recetas estrella y donde va triunfa. Además, es fácil hasta decir basta. Es perfecta para cualquiera de los estudiantes que aquí estamos.
Y como la idea no fue mía, uso la foto que hice en su día, que no se diga, que no le reconozco a cada uno lo que es suyo. -Además, las fotos que he hecho luego, no me han salido tan resultonas-
Resumiendo, recetón, barato y resultón. En la receta contaremos con el salmorejo ya hecho porque ya os puse la receta en su día y tampoco vamos a repetir por repetir. Os dejo el enlace para que lo tengáis a mano (receta del salmorejo). Venga, atentos:
DIFICULTAD:
No engancharse a esta combinación de sabores aparentemente tan extraña.
Buenos, para los que me siguen en Instagram, sabéis que en realidad, la receta es: Raviolis de tomate con queso de cabra y albahaca con salsa de champiñón. Pero seamos sinceros, no me puse a hacer pasta fresca y menos un martes. Ya os enseñaré a hacerla un día de estos, para que impresionéis a alguien; pero para la receta de hoy, usaremos raviolis ya hechos que venden en paquetitos y tan ricamente.
La verdadera receta está en la salsa, luego la pasta que le pongas puede ser la que prefieras. Hazla con macarrones, tallarines, espaguetis o incluso para acompañar un filete o algo por el estilo. Ya sabes, para lo que quieras. Atentos:
DIFICULTAD:
La podría hacer hasta Marianico El Corto
¡¡
Que pare el mundo que yo me bajo!! Resulta que la semana pasada, ojeando Twitter, leí que la empresa inglesa Edible Anus, vende por todo el mundo artículos relacionados con anos. Sí, sí, ojetes. Bueno, hasta aquí, podríamos llegar a entenderlo; o casi.
Pero es que, desde hace poco, vende bombones con la forma de tu propio ano para poder regalar. Imagináos cómo pudo surgir la idea. Dos apollardaos' (compañeros de piso, seguro) tirados en un sofá y uno le dice al otro. -Tú, tú, tú, ve bajándote los pantalones que yo voy por la escayola para hacer un molde. Nos vamos a forrar a costa del retraso de la gente.
¿Os imagináis a la Preisler, cambiando la pirámide de Ferrero Rocher por otra creada a partir de anos chocolateados?
Recetón tradicional donde los haya. Todos la hemos comido alguna vez y todos sabemos que esta tarta, si se hace bien y con cariño es pura ambrosía. Y el que no lo sepa, pues que la haga y que la pruebe.
La pongo en el blog acompañada de la receta de crema pastelera hecha en el micro. ¡¡En el micro!! Así que ahora no me digáis que no hacéis esta tarta sólo porque no sabeis hacer la crema pastelera. Venga, atentos todos:
DIFICULTAD:
Hacer creer a tu madre que realmente te has puesto a hacer una tarta como esta.
Vale, seamos realistas, una receta de crema pastelera no es una receta muy de estudiantes. Pero es una receta que nos puede servir para un domingo por la tarde que estemos tirados en el sofá y no sepamos muy bien qué hacer.
Además, con los trucos que os voy a dar, la vamos a hacer en el microondas en un voleo, sin complicarnos la vida y sin perder apenas tiempo. Ni que decir tiene, que sale una crema pastelera que es la leche en bote. Que lo importante es que esté rica, no que sea fácil, las cosas como son. Venga, va, al ataqueeeeeerrr:
DIFICULTAD:
Convencer a la gente que esto lo has hecho con el micro.
Esta receta no iba a ser para hoy, pero no me aguanto. La compartí ayer en las redes sociales y fue un éxito. En realidad, está feo que lo diga yo, pero me quedó una foto botisísima. Lo he llamado torre de salmón porque no sabía bien cómo llamarlo, pero creo que se asemeja más a una ensalada que a otro plato en sí. Juzguen ustedes.
Total, que vamos a hacer una receta de aprovechamiento de un lomo de salmón que nos sobró del finde y que teníamos en la nevera tocando la bandurria. Le hemos añadido 3 o 4 cosas más y nos ha quedao' una ensalada de campeonato. Atentos todos, que os lo perdéis:
DIFICULTAD:
Lo haces en menos del tiempo que tarda Antena 3 en volver de anuncios. De hecho, en ese tiempo, lo haces, te lo comes y estás echándote la siestecita de después.
Empezamos la semana con una receta tradicional y de esas que podríamos clasificar como CLASICAZO. Sin embargo, aunque el arroz al horno es un arroz que suele ser acompañado de costillas y demás tipos de carnes, hoy lo vamos a hacer sin nada de esto. Lo haremos sólo con la patata y el garbanzo (y el ajo si te gusta comerlo) para que podamos convertirlo en un plato dentro de un menú.
Así que nada, que no maten los puristas de los arroces, pero hoy voy a hacer lo que me sale a mí de las narices. Y encima, lo vamos a hacer con muy poquito esfuerzo y dinero. Let's cook:
DIFICULTAD:
Encender el horno. Algo que es harto complicado en estos tiempos locos que corren.
Hace tiempo, escribí por las redes sociales, los MANDAMIENTOS DEL ESTUDIANTE COCINILLAS. Se me ha ocurrido que os los podía volver a poner en el blog, para que no se pierdan como lágrimas en la lluvia. -Los cinéfilos agradecerán el guiño-
Total, que a modo de Charlton Heston en su papel de Moisés, os traigo las leyes que todos los estudiantes deberíamos cumplir; y para eso estamos hoy aquí:
12+1 MANDAMIENTOS DEL ESTUDIANTE COCINILLAS:
-Imaginaos ahora un trueno y un rayo para que quede todo mucho más solemne, grandilocuente y pomposo. Venga, hombre, poned un poco de vuestra parte-
- Cocinar está muy bien, pero JAMÁS rechaces un tupper de un familiar. Y menos si te lo ofrece con cariño.
Hoy os propongo una de las recetas que seguro que todos hemos comido y que a todos nos encanta. La receta original parece ser que va con capas de mantequilla con azúcar, pero me parece una bomba de relojería; así que lo vamos a sustituir por natillas. Que hombre, tampoco es que sea light, pero no es comer mantequilla a cucharadas.
Con respecto al chocolate, puedes usar el que más te guste, pero te recomiendo uno especial para coberturas y postres. Pues dicho esto, comenzamos:
DIFICULTAD:
Más sencillo que, que te hayan pasado por WhatsApp la p*** imagen del vestido azul y negro. La he borrado 6 veces de mi móvil.
Lo sé, llevo unos días sin escribir en el blog y esto no puede ser. He estado por Málaga, de donde me traigo muy buenas ideas para cocinar y que se nos caigan las bragas al comerlo, ya iréis viendo. Los que me seguís por Twitter o por Instagram os enteráis antes de estas cosas, pero si eres de esos que sólo siguen a gente que pone cosas filosóficas allá tú. (Si te fijas te he puesto en enlace justo encima de cada red social para que lo tengas a huevo)
Venga que me enrollo más que las persianas. Hoy os propongo arroz con pollo al curry. No es pollo al curry con arroz blanco. Lo hemos hecho tipo "arroz con cosas" para que sea un poco diferente. Otro día haremos pollo al curry, butter-chicken... Al lío:
DIFICULTAD:
Incluso los pingüinos saben hacerlo.
