Aros de cebolla "colosales"

Lo de ponerlos sobre papel de periódico es postureo

     Lo primero que he de decir es que la receta no es del todo mía. Los vi en la web de JaviRecetas y como no los había hecho nunca, pues me entró la curiosidad. También he de decir que soy un enamorado de este acompañamiento/entrante. Me gustan casi más que unas buenas patatas. Hasta aquí todo correcto.

     Pues bien, SON LA LECHE EN BOTE, crujientes, bien sazonados, saladitos, se hacen en un momento y tienen una dificultad mínima. Pero tras la primera tanda, me dí cuenta de un secretillo para que queden mejor. Ahora os lo cuento. Al turróooooon:

DIFICULTAD:

Estos aros son como la "O" que se hace con un canuto. -Nunca llegué a entender bien esta frase... Pero es que tampoco soy muy listo...-

INGREDIENTES:

  • Una cebolla "hermosota".
  • Una taza de harina.
  • Un huevo.
  • Una taza de leche.
  • Pan rallado
  • Pimienta negra y sal
  • Aceite para freir los aros de cebolla.
  • Levadura tipo Royal. (Aunque estaba en la receta original, a mí se me pasó, no se la puse y me salieron igual de buenos.) -Ya os dije que no era muy listo-

PREPARACIÓN:
  1. Son bien sencillos. Lo primero que vamos a hacer es cortar la cebolla en rodajas de un dedo de grosor -Un dedo de ancho, no un dedo de largo. No nos perdamos ya, que aún es pronto-. Por supuesto pelándola antes, no me seas melón. Pártelas de tal forma que creer aros, no lo hagas al contrario o te quedarán unos bastones de cebolla muy crujientes. Separa los aros con ayuda de las manos y asegúrate que no quedan dos aros unidos.
  2. Pon la harina en un bol con un poco de sal y pimienta negra. (Se supone que la levadura se pone ahora). Mete los aros y embadúrnalos bien con ayuda de las manos y sácalos a un plato.
  3. Ahora prepara un plato hondo con pan rallado. Mezcla la leche con el huevo, bátelo y échalo al cuenco de la harina. Bate bien todo el mejunje como si se tratase de una tempura.
  4. Prepara la sartén con aceite o la freidora. (Miedo me da imaginarme una freidora en un piso de estudiantes) y ponlo a calentar.
  5. Mete los aros, que teníamos ya enharinados, en la masa que hemos preparado y escúrrelo bien. Pásalos luego por pan rallado y no lo manosees mucho. Hazlo así con todos los aros. Ahí está el truco. Escúrrelos bien antes de pasarlos por el pan rallado o te quedarán pelotas de engrudo y pan. Hombre, se pueden comer, pero no son bonitos.
  6. Y fríe a alegre temperatura aunque no muy muy alta para que se doren pero que no quede la cebolla cruda del todo.
  7. Cuando estén fritos y dorados, sécalos en un papel de cocina para quitar el exceso de aceite, ponles un poco más de sal por encima y a disfrutar.

     IM-PRE-SIO-NAN-TES. Quedan muy muy crujientes, con la cebolla cocinada pero con mordida, y perfectos para acompañar con una buena cerveza fresquita. Es mejor que los comas cuando aún estén calientes, pero vamos, que no creo que duren mucho por ahí sueltos.

     Probad a hacerlos y me contáis, que seguro que os van a gustar. Y como siempre... 

A cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar

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