Galletas de Mantequilla para San Valentín


     No soy yo muy de celebrar San Valentín, pero está a la vuelta de la esquina y me habéis pedido que os enseñara a hacer galletas con forma de corazón. En fin, vuestros deseos son órdenes.

     Si tú también pasas un poco del canijo de Cupido, no pasa nada; esta receta vale para darle cualquier forma (obviamente), pero es que además, sale una galleta de mantequilla como las de las latas. Sí, esas latas donde siempre hay hilos. Vamos, una galleta que te cagas de gusto. Venga, atentos todos, que esto no es un vulgar bocadillo de salchichón, es repostería fina:

DIFICULTAD:

Conviene no comérselas antes de dárselas a tu chorvo/chorva. Si se las encuentra mordisqueadas, puede que se "moleste". Y con razón


INGREDIENTES:

  • 225 g de mantequilla en pomada. Los paquetes suelen venir con divisiones de 25g en 25g. Aun así, hoy sí vamos a tener que pesar las cosas. En pomada, significa, que está blandita por llevar un rato fuera de la nevera. -qué bien pensado está el nombre oye-
  • 140 g de azúcar. Te recomiendo que hoy uses el peso, pero si no tienes siempre puedes calcular un poco a ojo, comparando con el kilo entero.
  • 2 cucharaditas de esencia de vainilla.
  • 1 yema de huevo
  • 280 g de harina normal y corriente.
  • Un poco de papel film y papel de horno
  • Los moldes con las formas que quieras. También puedes usar un cuchillo, no preocuparse.

PREPARACIÓN:
  1. Lo primero que vamos a hacer es coger el pedazo de mantequilla y lo vamos a machacar con ayuda de un tenedor. Para eso, es importante que esté en pomada.
  2. Luego vas a añadirle el azúcar, la esencia de vainilla y la yema de huevo. Dale zapatilla con el tenedor hasta que quede uniforme y bien integrado.
  3. Ahora vamos a tamizar la harina. Como lo normal es que no tengas un tamiz en tu pisito de estudiante, puedes pasarla por un colador y el resultado es el mismo. Si tampoco tuvieras, pues no la tamices, pero luego no digas que no te avisé si te queda algún grumito.
  4. Y mete las zarpas en la masa y amasa hasta que quede uniforme. Puedes ver si admite un poco más de harina . La idea es que quede una masa que no se te pegue a las manos y que, cuando esté fría, se puede manejar.
  5. Y al frigo con ella, metida en un poco de papel film, por lo menos una hora hasta que se enfríe.
  6. Una vez esté fría, vas a precalentar el horno a 170ºC arriba y abajo.
  7. Estira la masa con ayuda de un rodillo o una botella (la de pacharán es un prisma y no nos sirve) hasta que quede de medio centímetro más o menos. Hazlo sobre un poco de harina para que no se pegue a la mesa. NI QUE DECIR TIENE, QUE LA MESA TIENE QUE ESTAR LIMPÉRRIMA -que ya me conozco yo algunos pisos de estudiantes-
  8. Ve cortando las galletas y ponlas en la bandeja de horno sobre el papel cebolla. Los bordes que sobran de cortar las pastas, los vuelves a meter en la masa y los vuelves a estirar.
  9. Y ve horneando hasta que queden doradas. Al sacarlas de la bandeja, es importante que lo hagas con cuidado. Primero, porque queman. Segundo, porque aún están blanditas. Y tercero, porque están blanditas y queman. Ponlas en un plato para que enfríen y endurezcan.
  10. Méteselas en una caja bonita, ponle un lazo gayer y vas a quedar como un rey.

     Salen unas 25-30 galletas muy muy sabrosas. Si quieres, puedes decorarlas con un poco de azúcar glas; o puedes comprar glasa y pintarlas y escribir cosas como si fueses un profesional. Lo suyo es que te lo curres.

     Además es una idea, que sale muy barata y que sin duda alguna, le gusta a todo el mundo. Y a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.

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