Sangüis de mejillones y huevo frito

     En na' y menos comenzamos todos con los exámenes y no solemos tener mucho tiempo para cocinar. Esto no quiere decir que tengamos que comer cualquier cosa, podemos currárnoslo en muy poco tiempo y por muy poco dinero.

     Hoy os propongo este sangüis de mejillones y huevo frito que os vais a caer pa' atras de lo bueno que está. Sé que es muy simple, pero es una combinación deliciosa. Asín que comenzamos:

DIFICULTAD:

Consiste en lanzar aros


INGREDIENTES:

• Dos rebanadas de pan de molde. Yo le puse integral porque era el que tenía, pero usa el que quieras.
• Un lata de mejillones
• Un huevo
• Unas hojas de lechuga
• Un poco de queso. Usa el que tengas, pero mejor que no sea un queso muy fuerte. Valdría incluso un queso fresco
• Sal y aceite para freir el huevo

PREPARACIÓN:

1. No sé si ponéroslo de lo fácil que es. Pero bueno, lo primero que vamos a hacer es tostar un poco el pan de molde.
2. Fríe el huevo frito de la mejor manera posible. Te recomiendo que no hagas mucho la yema, es lo que le va a dar jugosidad al asunto.
3. Escurre bien la lata de mejillones y lava la hoja de lechuga. Seca bien la hoja para que no empape el pan. Puedes ayudarte de un papel de cocina o algo por el estilo. Este paso es muy importante para que no se te deshaga el sangüis.
4. Y ahora solo queda montar. Pon la hoja de lechuga, los mejillones muy bien escurridos, el queso fresco y lo coronas con el huevo frito. Ponle un poco de sal en la yema para que sea ya el colmo. Y listo.

     Es muy simple, pero los detalles hace que sea un sangüis de campeonato. Ponerle una hoja de lechuga hace que tenga un crujiente sabroso en cada bocao'. La yema poco hecha hace que sea chorreante (en todos los sentidos) y bien jugoso. El mejillón le da cuerpo y el queso fresco suavidad. Piensa bien cada sangüis que te hagas y pasa un poco del de jamón y queso (muy rico, pero hay que ser un poco morrofino, que no cuesta mucho más trabajo)

     Os iré dando más ideas estos días para que os preparéis los mejores bocadillos del mundo, ahora que no tenemos tanto tiempo para guisar. Y como siempre... a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.