En mi casa, el día del cumpleaños de cada uno, se come lo que el cumpleañero quiere. Pues bien, el otro día fue el mío y tras una riquísima fideuá, comimos patatas al ajo cabañil (no solas hombre, como guarnición. ¿Es que no ves la foto?)
Son una forma muy rica de acompañar una buena chuleta. Es una patata macerada con ajo y vinagre. Para los que seáis unos locos de los sabores intensos (como yo), esta receta os va a encantar. Comenzamos:
DIFICULTAD:
Freír patatas en complicadísimo. Llama también a un adulto para usar el cuchillo. Venga va, no llores.
INGREDIENTES:
- Una patata
- Un ajo hermosote
- Un culín de vinagre. Cuanto mejor sea el vinagre, más ricas saldrán.
- Aceite de oliva y sal
- Comino (opcional)
PREPARACIÓN:
- Lo primero que vas a hacer es pelar la patata. Lávala y córtala en rodajas finas (como para tortilla). Si eres un poco dummie y no sabes ni cómo se hace una tortilla, las cortas como en la foto y listo.
- Fríelas en aceite de oliva, primero a baja temperatura y luego cuando la patata ya esté blanda, le subes el fuego a tope para que quede crujiente por fuera.
- Mientras la patata se fríe, corta el ajo en trocitos pequeños y lo machacas junto con un poco de sal y el vinagre. Puedes ayudarte de un mortero, pero si no tienes, siempre puedes picar el ajo hasta que quede como una pasta y juntarlo todo en un bol
- Cuando la patata esté frita, la escurres, y en una sartén, esta vez sin aceite, pones la patata y la salsita que hemos hecho. Y mezclando todo bien, dejas que se reduzca el vinagre. Y listo.
Como veis no le he puesto el comino. Sé que hay recetas que llevan, pero a mí me recuerda entonces a un mojo canario, y no es lo que busco en ese momento. Pero vamos, para gustos lo colores y piruletas de colores.
Estas patatas típicas de Murcia, son un acompañamiento de campeonato (de hecho, el otro día las hizo Honorato en TopChef). Así que probadlas que os van a encantar. Y a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.
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