Le tendrían que hacer un monumento al pavo en todas las plazas de todos los pueblos. Es tripleB. Buenísimo, baratísimo y bonitísimo. Y la receta de hoy es una de esas que se hacen en un momento, son muy sanas y para colmo, están que te pees.
Es la receta que mejor hace uno de mis compañeros de piso, pero hoy se la robo y la hago mía. Al lío.
DIFICULTAD:
No te preocupes si no sabes desplumar pavos; te lo venden ya muerto y partido en trocitos en todos los supermercados.
INGREDIENTES:
- Una bandeja de pavo al ajillo. Te lo venden ya marinado con el ajito, pero si no lo encuentras, siempre puedes ponerle ajito frito a la preparación y listo. Problemas aquí no. Tampoco hace falta que hagas la bandeja entera, no me seas, no me seas...
- Un tomate
- Medio pimiento
- Un cuarto de cebolla
- Aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN:
- Lo primero que vamos a hacer es picar la cebolla y el pimiento verde. La vamos a sofreír en una sartén, con un chorrete de aceite de oliva, hasta que tome un color doradito.
- Luego le vamos a rallar un tomate por encima. Si no tienes rallador, se lo puedes añadir muy picadito y machacarlo un poco con la cuchara de madera. No te agobies, que no estamos para mucho susto.
- Por último ponle el pavo ya marinado y cortado en trocitos y espera a que se dore. No lo cocines a fuego muy fuerte o se quedará crudo por dentro. Un nivel 6-7 sobre 9 está bien.
- Y ya está, emplata de una manera casual y manda una foto a tu señora madre que seguro que lo agradece.
Animaos a hacer esta receta que seguro que os gusta. Además sale muy muy baratejo. El pavo es un producto que debe usar mucho el estudiante y todos los que quieran ahorrar un poco sin perder calidad.
Puedes acompañarlo con arroz blanco, una poco de pasta o unas patatas fritas. Como si te lo quieres comer solo, así, sin pan ni nada. Haz lo que te dé la gana. Y como siempre, a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.
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