Bombas de patata y carne

      Pedazo de receta la que os voy a contar ahora. Puede que muchos la conozcáis, no importa, estad atentos, que cuento algún truquillo.

     Sé que las originales son una bola de patata que tiene dentro un núcleo de carne especiada, que se convierte en magma supremo en tu boca; pero nosotros las vamos a hacer de otra forma para que den infinitamente menos trabajo. Vamos a unir todo en la misma masa y de ahí, formaremos las pelotas.

DIFICULTAD:

Es como amasar plastilina.

INGREDIENTES:

• Patatas
• Carne picada. Ya sabéis que uso mezcla de cerdo y ternera, pero usad la que os guste
• Una yema de huevo
• Mantequilla (opcional)
• Huevo y pan rallado para empanar
• Sal, especias y aceite de oliva

PREPARACIÓN:

1. Cuece las patatas en agua con sal. Van a tardar un poquito, no preocuparse. Un día, pondré un post para cocer patatas en el microondas, pero otro día, no abusemos. Sabrás que están hechas cuando las pinches y salgan con facilidad.
2. Pélalas (ojo que estarán más calientes que el diablo con sarampión) y machácalas con un tenedor. Si eres un valiente, hazlo con las manos. 
3. Añade la yema de huevo y una cucharadita de mantequilla y remueve bien hasta que quede uniforme y se funda la mantequilla con el calor de la patata. Para acabar este paso, ponle bien de sal. Sin miedo, que no hay peor pecado que una patata sosa.
4. Por otro lado, haz la carne en una sartén y espéciala a tu gusto. Yo que soy muy simple en esta receta, pongo sólo sal y pimienta negra. Pero puedes ponerle orégano, romero, jengibre...
5. Cuando ya esté hecha, echa todo al bol donde tienes las patatas, con el juguito que ha soltado y todo, rebañando bien. Y ahora sí que sí. Mete las pezuñas en el bol y amasa con fuerza. Haz que pase el puré con la carne entre tus dedos y dale zapatilla. Amasa bien y con decisión, como si estuvieras haciendo alfarería.
6. Y nada, haz pelotas (de un tamaño apropiado) y empánalas pasándolas primero por huevo batido y luego pan rallado.
7. Fríelas en abundante aceite hasta que se doren por fuera.

     Y ya está. Están de miedo, son divertidas de hacer y se pueden comer frías; vamos que las puedes meter en un tupper. Puedes hasta congelarlas y, sacándolas un poco antes, freírtelas para una cena o algo así.

     Yo comí unas pocas con salsa de pimienta y otras, aunque suene raro, mojadas en azúcar. Sí, como si fueran churros. De verdad, le va de pelotas lo del azúcar (claro, como son pelotas.... -matadme-). Pero vamos, que te las comas con lo que quieras; solas, con tomate, mostaza, ketchup, alioli.....