Una ley no escrita para todo estudiante es que se debe informar sobre los productos de temporada. Y para eso tenemos a nuestra frutera de confianza.
Pues bien, comienza el frío, y con él, la temporada de granadas, y escapando un poco de los ensaladotes pesados, el otro día hice esta ensalada tan rica y fácil de hacer. Comenzamos
DIFICULTAD:
Asegúrate que la granada no sea de mano
INGREDIENTES:
- Una naranja
- Una granada. No la usaremos toda, el resto cómelo con un poquito de azúcar. Está de muerte.
- Un poco de cebolla. En este caso usé cebolla morada.
- Un poco de rulo de cabra que teníamos en la nevera. Si no tienes no pasa nada
- Unas hojas de perejil fresco. ¡¡Que te lo regalan en la frutería!!
- Aceite de oliva, sal y pimienta.
- Si estuvieses en casa de tus padres y tuviesen estragón, ponle un poco. Pero esto es una pijada de esas que podemos obviar.
PREPARACIÓN:
Lo pongo, porque lo pongo siempre, pero es que es juntarlo todo. En fin.
- Pela bien la naranja con cuidado para que no queden las partes blancas esas que amargan. Sácale los gajos con ayuda de un cuchillo y ponlos en el plato
- Corta la granada por la mitad y dale golpecitos a la piel con un cuchara para que vayan saliendo todos los granitos. Ponle unos cuantos de esos granitos a la ensalada.
- Corta un poco de cebolla y pónsela. No te pases con la cebolla que luego nos huele la boca a pony.
- Desmiga un poco el rulo si se lo vas a poner y échaselo. Corta una hojas de perejil y pónselas por encima. Que parezca todo muy casual.
- Si tuvieses la pijada del estragón, ponle un poco que a la naranja le va de miedo.
- Echa sal, aceite y pimienta negra. No le puse vinagre porque el ácido de la naranja me pareció suficiente.
Parece que si no lleva lechuga o tomate no lo podemos llamar ensalada, pero eso es una catetada. Así que venga, todos a probar esta ensalada para morrofinos, que está de miedo.
¡¡Y a cocinar que el mundo se va a acabar!!
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