A nuestras madres, parece que les dan un curso intensivo de cocina, un grado, un máster y el doctorado en cocina en el momento en el que paren por primera vez. Pues bien, hoy os voy a enseñar la receta de ese potaje, de vigilia que llaman algunos, pero para resolverlo en un pis-pas.
Las madres y abuelas de este país nos dirán que esto hay que hacerlo a fuego lento, poniendo los garbanzos a remojo la noche de antes y todo eso, pero hoy (y sin que sirva de precedente) les voy a llevar la contraria.
DIFICULTAD:
Puede hacerlo hasta esa gente a la que le falta un hervor.
INGREDIENTES:
- Un bote de garbanzos cocidos.
- Hojas de espinacas
- Un huevo cocido
- Media cebolla
- Un diente de ajo
- Un poco de fritada de verduras o similares
- Pimentón dulce
- Aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN:
Para todo aquel que aún no sepa cocer un huevo, aquí os dejo el post que escribí sobre ello en (.Cómo cocer un huevo). Al turrón:
- Pon en una cazuela un chorro de aceite de oliva y el ajo picado. Pon la media cebolla también picada y espera que se dore.
- Añade unas cucharadas de fritada de verduras (este que venden hecho en un brick muy mono también sirve), o el resto de pisto que te sobró de la cena de anoche, o un chorretón de tomate frito en su defecto. Rehógalo todo y añade una cucharada de pimentón dulce.
- Por otro lado escurre el bote de garbanzos en un colador y lávalo en abundante agua para quitarles la babilla que traen. Ponlos en la olla con el sofrito y añade agua hasta que cubra un dedo por encima. Deja que empiece a hervir.
- Una vez hierva añade las espinacas. Si usas de las espinacas congeladas tendrás que hacerlas en un cazo aparte siguiendo las instrucciones del envase. Pero las que vienen frescas en bolsa salen muy bien de precio y es menos lío.
- Ponle sal, probando, no a ojo, y deja que hierva dos o tres minutillos más. Pica el huevo duro y pónselo por encima.
Listo. Un plato de cuchara (que tanto anhelamos los estudiantes) en menos de 15 minutos. Y además por un precio de risa. No llega ni al euro por ración. Mucha gente le añade unas migas de bacalao al potaje; si te gustan hazlo. Ojo entonces con la sal, que el bacalao sala mucho las comidas.
Y que no se diga ahora que sólo las madres y abuelas hacen potajes ricos.
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