Si el guacamole es una de las salsas más ricas que existe, pues se dice y no pasa nada. Además no es un acompañamiento para dippear que resulte especialmente barato, así que hoy os vamos a enseñar cómo prepararlo.
Lo primero que deber tener en cuenta (y casi lo único) es elegir un buen aguacate. Deben ser aguacates que estén maduros (blanditos, para los dummies). Y dicho esto, no tiene más complejidad
DIFICULTAD:
Saber usar un tenedor para machacar el aguacate. A los que les cueste, que se aparten a un lado; mejor que esta gente no entre en una cocina.
INGREDIENTES:
- Dos aguacates maduros
- Media cebolleta. Es eso que se parece a una cebolla blanca pero con tallos verdes. Si aun así te cuesta, usa media cebolla
- Medio diente de ajo
- Un chorretón de salsa Tabasco
- Unas gotas de zumo de limón
- Unas hojas de cilantro fresco si es que quieres quedar como un rey
- Aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN:
Si lo prefieres puedes usar un poco de chile en vez de la salsa tabasca. Yo es la que uso por comodidad y porque siempre tengo en el armario.
- Corta los aguacates por la mitad, quítale el hueso y separa la piel de los aguacates con ayuda de una cuchara. Ponle un buen chorretón del zumo de limón para que no se pongan negros
- Corta lo más finito que puedas la media cebolleta y el medio ajo. Si te has animado a comprar el cilantro, pon una hojitas y pícalas también muy finito.
- Ponlo todo en un plato hondo, añade un chorro de Tabasco para darle "alegría" y con ayuda de un tenedor mezcla y machaca todos los ingredientes. Ponle un poco de aceite y sal al gusto.
Como podéis ver es una receta que se tarda un minuto en hacer y que es mucho más rica y sobretodo más barata que el guacamole que te vende por ahí en botes.
Y ale, a disfrutar acompañándolo de unos nachos, o doritos, o patatas fritas o lo que dé la gana.
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